Andrés es un ser rotundo: habla, abraza, ríe, susurra o grita con la misma honestidad que demanda a quien tiene enfrente.
Dice no tener la clave de ‘quién actúa bien o mal‘ pero sí de saber si lo que está viendo es VERDAD, no porque sea más listo que nadie sino porque la experiencia es un grado y confiesa humildemente que ‘simplemente está entrenado en ello’.
Un curso.
Cinco días.
Catorce seres humanos que se ponen en sus manos.
Un@s compañeros a los que agradezco ese espacio de experimentación, de cambio, de ‘coro’, de baile, de risas, de lágrimas, de silencios… de compartir, en fin, humanidad.
Y la crónica de un viaje de horizonte incierto -por varias razones para mí- ya aquí, es ésta…
Andrés Lima, el hombre que susurraba a los actores
Lima te pide tener el valor de enfrentarte a lo que demande de ti el texto: te lo exige, sí, pero no te deja sol@, te acompaña…
Aclaro desde ya que se inspira en el método Stanislavsky, del que much@s compañer@s huyen -conscientemente o no, cada un@ que lo reflexione- con todo lo que conlleva pero sin nada de las enrevesadas praxis con que me he encontrado en mis (¿¡ya 12!?) años de formación.
Te permite presentarle lo que quieras pero siempre que sea concreto, claro, presente y de verdad. Si no, no tiene sentido dedicar tu vida a ser actor o actriz: haber elegido otra profesión (jjjj haber montado un puesto de fruta, dice) porque aquí se te exige conexión, ser valiente, explorar, desarrollar, arriesgar… ComproMeterte.
Porque así acompañas al personaje en su viaje:
El recuerdo es la herramienta para el compromiso, no para la interpretación: conservar la esencia y ofrecerla al papel.
Y contaba cómo le escuchó a Strasberg esta gran verdad cuando hizo un taller con él, hace ya… ejem… ‘algunos añitos':
Da una importancia al grupo que, a mí, me apasiona. A veces divaga -¿quién no?- pero siempre surgían anécdotas divertidas, teatrales o pertinentes como la de que Vittorio Gassman decía que el actor/actriz debía ser como un vaso vacío. Andrés invita a que ‘cada un@ tiene que ser consciente de qué tipo de recipiente es‘…
Nada más y nada menos, algo que te puede llevar toda una vida.
Le agradezco la generosidad de regalarme dos alabanzas a mi trabajo… frases de este multipremiado director que no reproduzco porque no hace falta: vuelvan o no a convocarme/contratarme/pedirme jugar a ser y estar en otras realidades… él lo sabe y yo lo sé, me basta. Lo que decida el mercado no está a mi alcance…
Somos seres frágiles, sí, en un mundo de convenciones… pero cuando inviertes tu tiempo en ser un poco más libre y con un maestro que se gana el calificativo (poniéndose a sí mismo para ejemplificar errores, sin ego) de regreso vuelve alguien que sabe que ha merecido la pena el viaje.
No se hace respetar quien quiere, sino quien puede.
Ser o no ser, esa… ha sido… y será la cuestión.
Decidir.
GRACIAS, Andrés.
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